jueves, 28 de mayo de 2009

inFame

Un día entre semana 2pm
Después de esperar 15 minutos en una fila de semáforo, yo y mis tres compañeros de asfalto llegamos al frente, a mi no me molesta quedarme en “justo antes de pasar el semáforo” pero al parecer a ellos si, además de los mas de 35 grados centígrados, los malos chóferes que deben haberse topado, y la prisa (este último no me sucedía porque la prisa solo la tiene la gente que llega tarde).

So there I was: Con los vidrios abajo (porque detesto el aire acondicionado y no confío en los espejos), tomado del volante (y del efecto de alguna pastilla), cantando Soy el as de los bastardos, la traición esta a mi cargo, es cierto, no soy de sacrificar…

A mi izquierda, estaba el reciencasadoconunacabrona: lentes, camisa manga larga a cuadros chiquitos, sin aire acondicionado por ahorro, su señora no trabaja; a mi derecha: la mamadehijosadolescentes, simplemente no sabe en qué falló; detrás de mi, elseñordebigoteproximamentecalvo: si, tiene dinero y poder pero no tiene tranquilidad.

Los observe uno por uno y ellos me vieron mirarlos.
...soy experto en el engaño, borro huellas, hago daño, es cierto, soy muy difícil de alcanzar,...
Saltaba sentado mientras sonaba la canción, mis compañeros de asfalto me observaban ahora.

Siento venir el verde y recuerdo a mi acompañante: fría, espumeante y relajante, la tomo, la empino en mi boca y vacio la mitad, terminando con un no audible pero claramente visible AAAHHH!

Veo a mi izquierda, derecha y atrás; sonriendo en bastardo. Y las caras de indignación me hacen el día (aquí va mi reverencia obligada).

VERDE

Arranco sin hacer escándalos a sus gestos: rápida pero suavemente, no para demostrar mis caballos de fuerza o mi destreza al intercambiar clutch-acelerador, suficientemente despacio para que vean mi letrero trasero….






miércoles, 20 de mayo de 2009

Y se acabó la rabia

¿Por qué siempre que me enojo tratas de tener sexo conmigo? – pregunta, molesta, mientras se ajusta la blusa, sentada en el borde de la cama.
No sé que contestar, (no se me había ocurrido), era como una reacción a sus tonos inquisidores el írmele sobre.
-¿a caso intentas remediarlo con eso? – continúa.
De verdad no se me había ocurrido, (pero en ese momento me pareció buena idea).
La miro a los ojos gigantes color miel, le sonrío a su sagacidad, qué bonita, pienso,
-Si – respondo, me lanzo a su boca cuando pensaba que no iba a poder volver a hacerlo y le doy sexo, de nuevo.

sábado, 16 de mayo de 2009

La vez que decidí volverme un bastardo


La camioneta llego a las 5pm, paró frente a mi casa, de ella bajo una de las niñas más bonitas que haya visto en mi vida. Con su pantalón oscuro entubado, y blusa a rayas rojiblancas, horizontales. Su piel blanca, como la leche, resplandecía con el sol; su pelo negro, como si cerraras los ojos, le rozaba los hombros.

Al tocar suelo retumba el anhelado sonido de sus finos tacones negros.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco,. . .

Y el ding dong del timbre estalla

– Mi mama va a venir por mí a las 8 – dice en cuanto abro la puerta para dejarla pasar

Las siguientes 2hrs y 59 minutos sólo pensaba en cómo convencerla de aceptar un beso mío: le ofrecí agua, le hablé de libros, le hablé de música, de cine, cocina, y todo lo que se me ocurría para parecerle interesante.

A las 7:59 me dejo llevar por lo quería hacer desde que conocí a la mejor amiga de ella, en una reunión para hacer la tarea (obviamente estaba de colado), cuando me obsesioné con su manera de bajar del vehículo:

Metidos los dos en el sofá para una persona toco su abdomen, contemplo su mirada negro profundo, señalo sus labios rojo natural con mis ojos en una petición desesperada; ella conserva la calma y yo me despedazo por írmele encima… who cares? pensé

(y desde entonces, cada primer beso repito lo mismo en mi cabeza)

La beso en sus labios perfectos

E l m u n d o
s e d e t i e n e . . .






TUUUT

La señora del eterno atuendo deportivo era puntual.

–¿Desde cuando pude haber hecho esto?- suspiro en un esfuerzo por documentar información.
– Hace un año…no, más – susurra al tiempo que suelta mi mano suavemente y se marcha para subir al transporte que se la llevó, del cual nunca más la vi descender.

Entonces comencé a valorar el tiempo…después de sonreírme y pensar: puedo besar a la mujer que yo quiera…cuando quiera…

miércoles, 6 de mayo de 2009

¿Qué hay en la caja?


Adivina que hay en la caja.
He estado de viaje a ciudades donde no hay lo que en otras ciudades...
Pistas:
1 NO son armas.
2 NO es ropa interior de mujer sucia (estaba limpia…na, no es cierto...¿me creen tan bastardo?).
3 obviamente NO son bombones.

lunes, 4 de mayo de 2009

La noche que me robé un condón


Salí de su cuarto en mi boxer blanco, me resultaba divertido porque no había nadie más en ese departamento, todos se habían ido a la playa, de fin de semana, excepto la dueña del cuarto; así que podía pasearme en ropa interior por el lugar ajeno con comodidad.

Había una pequeña reunión de sus amigas en el apartamento de arriba, podía escuchar la música de banda y las risas exageradas de mujeres…(no, ni se me ocurrió darme una vuelta, llevaba un rato metido en aquella habitación y estaba cansado). Me dirigí al baño a desechar condones usados y otras cosas, tuve éxito en la misión.

Al cerrar la puerta del sanitario para regresar y caer rendido en la que sería mi cama por esa noche, levanto la mirada y ahí esta su amiga, obstruyendo el largo pasillo que llevaba a mi destino (como toda buena amiga tiene llave de su departamento): en botas negras, jeans y chamarra vaquera (si, podía ver su ombligo), con su larga cabellera rubia bajando por sus hombros, tambaleándose entre copas.

No es presunción, pero la sensación de ser observado semidesnudo por esa belleza alcoholizada me excito al instante. Miré la envoltura en su mano antes de que tratara de evitarlo poniéndola tras ella. Caminé hacia la vaquerita con mi boxer puesto y mi lujuria lista para atacar
– ¿Qué traes ahí? – le pregunté en perverso mientras pasaba mi mano por su espalda, llegando a sus manos para tocar un circulo suave envuelto en aluminio.
–Un condón – reveló cuando supo que me había me dado cuenta mientras yo saboreaba de su boca el olor a whisky y envidiaba su estado etílico.
– ¿Para quién? – le dije, recuperando el objetivo (en + perverso)
– Para mi novio – respondió con obviedad
– ¿Y para quién más? – pregunté desesperado (la conversación había sido lo suficientemente larga)
–...Para mi – titubeó (al fin llegamos)
– ¿Me lo regalas? –
– ¿Para quién? –
– Para mi – respondí, copiando el tono de obviedad anterior
– ¿Y para mi amiga? – jugueteó
La mire a los ojos,
– No, para ti – tome el preservativo entre sus manos
Cambié mis manos a su cintura y mi boca a su cuello, encaminándome a su oído, entonces dijo la última coherencia de la noche:
¿Me vas a decir un secreto?