viernes, 30 de octubre de 2009

Disfraz



En el camino al valet parkin de esa noche de disfraces vi caminando:
-Una diadema de cuernos rojos
-Una blusa de tirantes, negra
-Una falda roja transparente, sólo superada en su pequeñez por el diminuto short de licra que venía bajo ella.

Todo esto acompañado de la diablita más hermosa que he visto.
Sonreí y dije a mi amigacompañante:
Mira, las mujeres solo esperan este día para vestirse como putas y que nadie les diga nada.

Esto no sonaría extraño en la boca de varios, curioso es que 4 horas y varias copas después era la misma chica demonio, la que me lo decía, al oído.

domingo, 25 de octubre de 2009

Los fines de semana de fiestas paganas (escenario típico ultimamente) uno no se puede detener a ver quién quiere exteriorizar fluidos, el tiempo es valioso; he aquí una plática rápida.

Me senté en la barra tras dos horas de intentar largarme (acompañado) de ese lugar de mujeres fáciles (antro) pedí una cerveza, vacié la mitad y miré el restante con resignación.

-Me das un jugo de uva, por favor. – Escuché de una voz demasiado inocente para el afterhours donde me encontraba, (mi mente se iluminó de perversidad).
-Son las 6 de la mañana, ¿no tomas? – (fue la frase más educada que pude articular mientras la penetraba por los ojos con mi mirada)
-No – fingió indiferente. Las mujeres que aparentan no desear terminar en una cama desconocida con un desconocido son divertidas, (pero no difíciles).
-¿Fumas?-
-No- Recarga un brazo en la barra mientras me mira sin temor, sonriendosorbiendo el vaso purpura en su mano (vaya escudo de pulcritud). Le miro la falda del mismo color y la chaqueta negra, al tiempo que no creo los diálogos que salen de esa pose y ese vestuario.
-Entonces, ¿lo único malo que haces es coger? – pregunto antes que ella termine su “trago”, lo deje vacío sobre la barra y vaya jungla adentro, para que la persiga.
-Y ni tan malo- se retira, invitándome a mirar (y perseguir) su contoneo con una mirada sobre sus propias caderas.

I'll be back...

jueves, 15 de octubre de 2009

viernes, 18 de septiembre de 2009

Ella leyó mi mente


Miraba el paisaje en movimiento al otro lado de la ventana, el compañero que iba en el asiento copiloto (que ni era mi amigo) voltea hacia atrás y me dice:
Vamos a pasar por una chava con la que ando quedando, por favor…wa wa wa wa wa… traigo una botella de vino y un cobertor para llevarmela a la playa saliendo. No vayas a wa wa wa

- No te preocupues, no me la llevaré antes de entrar al antro - jugué.
- No te la puedes llevar antes de entrar al antro – se suma a la platica nuestro compañero conductor - eso no se puede - Yo no comprendía

- ¿Apuestas? – dijo el pobre copiloto.
- Si está bonita y entramos yo invito.- les aseguré.
- Y si no entran, ¿qué quieres? – pregunta mi estafado. Sonreí con obviedad
- Me llevo a la mujer, ¿qué más quiero?

Creí que todo quedaría como una plática en la que me había visto prepotente, no contaba con que la niña que me llegaba al hombro, de cabello ondulado y ojos rasgados portara un vestido rosa y blanco, corto, muy corto. (Tampoco contaba con el efectivo para pagar mi apuesta).

Mientras caminábamos a la entrada del lugar tomé las llaves de la mano del conductor, en secreto, el otro jugador se distrajo pagando las entradas (doble error). En seguida tomé la cintura de la pequeña necesitada de atención con la que a penas había cruzado miradas en los pasillos de la escuela, la acerque a mi.
- Vámonos de aquí, tú y yo – le susurro firme, como un beso tras la oreja, con todo el descaro de un bastardo que no tiene nada que perder. Le enseño discretamente la llave del auto en mi mano.
-¿A donde?- cuestiona al tiempo que se recarga contra la pared con una sonrisa y una mirada que bien podrían haber sido de escandalizada silenciosa, (yo lo traduje como un “¡convenceme!”).
-A la playa, tengo una manta en el carro y una botella de tinto…- la pausa interrogante me seguía retando - podemos pasar por… - me calla tomando mi mano para comenzar la huida.

-¿Qué más quieres? Vámonos

martes, 8 de septiembre de 2009

La prima de una amiga


-Es morena, y está bien buena – me contaba una amiga que nunca conseguí tirarme (la amistad entre hombres y mujeres sólo puede existir después de haber decidido no coger más, ella pagó tributo con su prima).

-De donde viene se rumora que es una fichita – Seguía describiéndola antes de pasar por ella para salir de noche (¡Si por favor!). La chica de color chocolate, short corto y blusa de fácil acceso (sólo recuerdo el interior) me atrajo desde el olfato con esa esencia que únicamente las afro tienen.

Ustedes ya saben que a mí no me gusta pero las mujeres son más fáciles rodeadas de lasers, luces neón, humo, mucha gente y música a todo volumen: antro. Yo, que hago casi cualquier cosa por hacer efectiva la promesa de coito sin garantía, fui, bailé 10 minutos antes de que una pareja se besara a nuestro lado.
-Podemos opacarlos- le sonreí, acercándome sin dejar de moverme. Como si mi comentario no hubiera sido una excusa comenzamos a tallar nuestros cuerpos al ritmo de la música, nos lamimos el sudor del cuello y, no se cuanto tiempo después de meter mi lengua en su boca, abrí los ojos para ver que la escena había mandado a nuestro público a dos metros de distancia, y ahora todos nos miraban (seguro con ganas de que continuáramos desnudándonos).
-Hay que salir de aquí- tomé su mano y nos abrimos paso a la salida. Caminamos dos cuadras antes de encontrar el porche de una casa a oscuras para detenernos a terminar lo nuestro.

-Espero no arrepentirme -, dijo mientras metía mi mano bajo su short (ella comenzaba a derretirse desde dentro).
-¿De qué habrías de arrepentirte?- le sonreí, sabiendo que la respuesta sería graciosa, aún sin saber cuál sería.


Ella toca mi frente con la suya, mira al suelo, y luego en mis ojos con esos ojos que también eran de chocolate.
-...es que…soy virgen – (jajajaja) carcajeé mentalmente, le regresé una sonrisa, y decidí creerle porque me gusta creerle a las mujeres, especialmente cuando dicen soy virgen, soy tuya y te quiero, porque sólo hace falta que lo digan para que el momento sea real (y por que si mienten en realidad no me importa).

Debo haberme quedado callado más de 2 segundos, porque ella ya estaba acariciando mi sexo y preguntando:
¿me volteo?

lunes, 31 de agosto de 2009

Su mejor amiga


Comptartir casa con otros universitarios es de lo más divertido, especialmente cuando hay fiesta ajena, (= mujeres desconocidas y alcoholizadas a pocos metros de mi habitación).

Esa noche de líbido escaso me encontraba sólo en mi cuarto, planeando cómo perder el conocimiento en el menor tiempo posible. Súbitamente dos pares de tacones y uno de botas tocaron mi puerta (¿Servicio a domicilio?).

Al abrir me topé con tres fresitas buscando una mente sobria para manejar por alcohol (tuvieron suerte), me ofrecí sin ánimo de lucro (mentira) hasta que escuché a la joven de botas cafes y vestido floreado; comentando con otro alguien:
Entonces le dije: yo no soy ninguna zorra. Yo no, a mí los hombres así me caen mal, no los soporto.

Sonreí en un gesto de desaprobación. Sus palabras feministas estaban llenas de hipocresía. Así que, al regresar a la fiesta, tomé un vaso de whisky y a ella del brazo; los llevé escaleras arriba y los metí en mi cuarto.

Di un trago, puse mi bebida sobre el buró. Ella, solita, se puso frente a mí.
-¿Qué pasó? ¿Qué quieres?– decía valientemente. -Ni creas que…- Me acerqué en la oscuridad, coloqué una mano tras cada muslo y los jalé hacia mí para sostenerla contra la pared mientras me metía entre sus piernas.
–Esto- mordí sus labios en un beso correspondido.

-No, allá abajo está ella, y es mi amiga. – me reclamaba al tomar aire (se reclamaba).
La miré con extrañeza (¿Quién?) y me recalcó que la chica a quien había escuchado gemir mi nombre al otro lado de la pared la semana pasada era su compañera de departamento y su mejor amiga; y que en esos momentos probablemente estaba allá abajo preguntándose qué hacen este bastardo y su mejor amiga encerrados (pregunta tonta).

-Eso ni a ti te importa, mírate- Señalo el vestido callendo por sus hombros y la respiración acelerada.
-Claro que me importa, es mi amiga y…- la arrojo a la cama y me le voy encima; la sujeto de las muñecas, uso la lengua para agregarle escote a su vestuario.
-Ella…es…mi…amiga - susurra nuevamente.

Paro, me incorporo, tomo el whisky de mi buró y camino a la ventana, fingiendo mirar el cuarto menguante entre las nubes.
-Entonces vete – digo.

Me entretengo viéndola de reojo: paralizada sobre la cama, mirándome con la boca entreabierta (no entiende nada y le fascina). Se incorpora lenta y pensativa, camina hacia la puerta a mi espalda, las botas chasquean contra el suelo, el cerrojo se desliza, escucho sus pasos volver descalzos, se recuesta, me abre sus piernas y, a penas comenzando a perder el control, dice:
Ya pues, ¡ven!



martes, 25 de agosto de 2009

Ella era le era fiel

–¿Pasamos por una amiga para tu amigo? – preguntó.
Se podía decir que la chica en blusa escotada y cabello castaño largo que me sonreía desde el asiento trasero era bonita, por lo tanto había grandes posibilidades de que su mejor amiga fuera una fea insoportable. (Asi son las mujeres, puede ser para que la bonita siga siendo la mas bonita, porque la fea la necesita para conseguir hombres o por las dos razones; varía).

En seguida supuse, en base a lo anterior, que su amiga para mi amigo tenía espalda de luchador, más bellos que el hombre lobo y le vaciaría una cuba sobre la cabeza a mi buen amigo en cuanto los recuerdos de los hombres que, en vez de decirle lo horrible que es, le han dejado plantada; lo callé, porque era mi noche (siempre es mi noche).

En la cabaña, justo antes de que el alcohol comenzara a cobrar efecto en nuestras desquiciadas cabezas, lleve a mi cita a la terraza para que nuestros amigos comenzaran a discutir acerca la infidelidad de los géneros. (Tema estúpido: si los hombres somos más infieles que las mujeres, es porque lo hacemos con el mismo número de mujeres infieles o viceversa).

Recostados en el sofacama, tras haberle pedido mas saliva en su mano, ella se deslizó pantalón abajo, argumentando que su boca estaba llena de lubricante…

Después del cuarto orgasmo provocado con aquella habilidad oral me encontré deslizando su pantalón blanco.
-No- dijo sin expresión, lo subió de nuevo y volvió a asumir posición (rimé, ¡ja!). Sonrío, extrañado.
-¿Por que? – pregunto por el puro interés de saber (Las mujeres siempre responden algo hilarante a esta pregunta). El comentario, dicho con total convencimiento, me provocó la carcajada de la noche:

Es que...soy virgen y mi novio lo sabe, si lo hago se va a dar cuenta.

PD. Me han dicho que la foto de título se ve vulgar y estoy deacuerdo, ya la cambiaré

miércoles, 19 de agosto de 2009

Andaba comprando lencería

Debía reponer unas bragas que destrocé, así que me encontraba en la tienda de lencería preguntándome cómo es que no conocí ese sitio antes y por qué otros hombres no lo han descubierto, pues era el único en el lugar (o es que soy un pervertido).

Ahí estaba, rodeado de de mujeres pensando en su ropa interior, el olor a telas suaves mezclado con sus perfurmes, los colores pastel,…
Tuve que concentrarme y elegir media docena (para tener más cosas que romper).

La encargada preguntó acerca de la talla y de inmediato pensé en G (la cantidad de placer que me proveían esas caderas me hace perder la objetividad), al verme titubear, la empleada toma a la primera blanquita en botas esquimales que pasa, la pone de espalda y muestra el cabello lacio cayendo por la espalda, le ciñe la prenda sobre el entallado pantalón de mezclilla
–¿De esta talla? – pregunta. Miro despacio, respiro profundo y asiento (la talla me había dejado de importar).


En la salida, al toparme con la modelo de ropa interior por casualidad (claro), decidí probar suerte.
- Sé qué talla eres - susurro sobre su hombro descubierto. Ella sonríe en inocente, sin dejar de avanzar.

Cuando creí que conocía los diálogos más directos, llega (una vez más), una mujer y me hace reír de mi:
¿Dónde quieres que me los pruebe?

Regresa el As de los Bastardos.
Nueva imagen, misma actitud, diferentes mujeres

lunes, 20 de julio de 2009

Bastardas vacaciones

Me tomaré unas vacaciones, esto de ser el As de los Bastardos no es fácil, a veces me canso. Así que nos vemos en un mes (y las historias no serán románticas).

Me paso la vida buscando el amor
alguna vez lo encontré
y espero no volver a hacerlo
porque me gusta cazar

Durante el receso...disfruten cómo cambio el diseño...

miércoles, 8 de julio de 2009

El Vengador del Karma VS El "tipo” Ep. 2


A través del tiempo

Ella sostenía un cigarro en la mano, los pies descalzos asomaban fuera del auto, su cabeza y cabello empapado descansaban sobre mis piernas. Dio una calada y dejó ver sus hoyuelos en las mejillas al sonreír.
–¿Recuerdas al mi ex?...el tipo– dice, luego exhala.

Yo, con tres sentidos divertidos con el largo cuerpo extendido en el asiento delantero de su deportivo (y en el vestido hecho girones), aún recuperando el oído y la vista, perdidos en aquella avalancha de placer que había vertido sobre mi, a penas reacciono:
¿Eh?

Sin apartar la mirada del cielo estrellado al otro lado del parabrisas, continúa en su trance
–El que era mi novio aquella vez del campamento en la playa, hace 6 años ¿recuerdas? Él tenía razón…ni me lo imaginaba pero él tenía razón– Inhala. Exhala. Respiro la niebla mezclada con lo salado del sudor evaporandose, muerdo mis labios para dejarla terminar antes de apagar su cigarro y consumirla de nuevo:
Se ponía celoso de ti, él sí que tenía razón…

martes, 7 de julio de 2009

No te metas con mi forma de tomar


Por cuestiones de trabajo ese martes tuve que convivir todo un día con una señora malvibrante, madre de familia, ama de casa, casada con un trabajador de la construcción; no sé si feliz, no me importa (a mi me parecía que no).

El punto es que era de esas personas preocupadas por todo: la comida, las enfermedades, la educación, la juventud, las caminatas descalzas, el tomar cosas frías y cualquier cosa que significara VIVIR.

Curioso es que cada preocupación iba acompañada de una historia que le había sucedido a ella (es decir, toda su preocupación era hipócrita), como la vez que la operaron del estomago por comer tacos en la calle o la vez que mataron a un sobrino porque fue a un baile al que su mamá le dijo que no fuera (si, como el corrido de Simón Blanco); un montón de cuentos para narrar a los niños y no salgan de sus casas.

Así hizo su monólogo durante horas en el grupo. Cuando tuve la desgracia de encontrarme a solas con este personaje se le ocurrió preguntarme si me sentía bien. Yo, nefasteado de estar en el sol bajo la carpa de aquella ExpoFeriadepueblosinplaya no tenía ganas de mentir, ni quedar bien, mucho menos con alguien que, en vez de enseñarle a un niño a escalar árboles, presagia: “Te vas a caer”, para que el impúber caiga. Asi que contesté:
Es que me eche unas chelas ayer.

Impresión desesada: ¡¿Pero como?! Óigame muchacho (Si, me hablaba de usted),… y comenzó con un sermón que no se cuanto duró, yo la "escuché" con este don que tengo de ponerle MUTE a las personas mientras las veo a la cara. (Función muy práctica al salir con niñas increíblementehermosas…y tontas)
Cuando le di volumen a su voz estaba diciendo algo de los días de la semana:
…y luego en lunes!

Aquí me viene lo bastardo, detengo con la mano en un gesto de stop para decir una frase que tenía tiempo queriendo estrenar y que tal vez no venía al caso pero fue mi repelente para dejar de escuchar historias de sufrimiento, como una táctica tomada del manual del insoportable:
al momento que me levanto de la silla y me aparto del lugar me permito el tono menos maldito que puedo, (la frase no necesita ser reforzada):

¿Tengo que esperarme al viernes embriagarme? Ni que fuera albañil para esperar a rayar

lunes, 29 de junio de 2009

La vez que olvidé bajar la palanca…mi primera vez


Esa noche en la playa las olas eran mudas: Kinky tocaba por encima de todas…

Al terminar el último trago a mi primera botella de whisky, en medio de esa masa de adolescentes descalzos, llenos de arena, bañados de sudor y brisa marina le dije a H:
–Creo que el whisky no me hace –

BLACK OUT!
CAMBIO A:
La luz del interior de un vocho enciende, desde la parte trasera puedo ver a H con una mujer encima, me sonríe (vaya, sigo en la fiesta); al lado están mi hermano y hermana mayores.

Antes de decir palabra siento mis piernas, entumidas. Al frente veo la espalda de una mujer, cubierta de rizos dorados. (Vaya espectáculo… está sobre mi…y…¿quien es?)

Pregunto a H con la mirada pero esta entretenido con su propia espalda, así que aparto el cabello para besar el dorso de mi acompañante. Antes que alguien apague la luz alcanzo a ver a H con un gesto de aprobación perversa. El vehículo se pone en marcha.

Ella se estremece con mi lengua y dientes paseando por sus hombros y mis manos encajadas en sus caderas, haciendo equipo con la gravedad.
–Espera a que lleguemos a la habitación– me susurraba resistiendo.

Lo siguiente fue la alberca de afterparty más larga que he vivido y el cartón de cerveza más rápido que se ha bebido antes de subir a apoderarme del único cuarto con cama kingsize de aquellos bungalows.

Recuerdo que estábamos ebrios, que tomé esos primeros condones, ansioso por estrenarlos; que no me vine y resignado por no haber tenido una experiencia fuera del mundo, comencé con mi poco ecológica costumbre de desechar preservativos vía retrete. Al regresar me recosté a su lado.

Por la mañana (dos horas después) abre los pequeños ojos verdes (¿eran verdes?), me mira, sonríe, se levanta y entra al baño. Al salir tiene la misma sonrisa cómplice, con un toque de extrañeza y pregunta:

¿Qué hace un condón en la taza del baño?

miércoles, 24 de junio de 2009

Mentiroso virtuoso


Amanecí en casa, con una guitarra, amplificador y un hitter de metal; uno de esos artefactos desarmables para fumar hierba. No es que me haya decidido a tocar ese instrumento que no me gusta ni en el Rock Band; tampoco me gusta fumar en metal (es horrible); un amigo los dejó ahí la noche anterior.

Ella pasó por ahí, detuvo su mirada en los tres objetos uno al lado de otro y el más pequeño sobre la bocina.
- esto, ¿qué es? - preguntó

Desde el otro lado de la habitación yo escribía en estado relax, que de súbito cambió a PANIC (como las alarmas de automóvil: sonidos estridentes y luces rojas y amarillas pero dentro de mi cabeza), volteé y vi ese metal alargado color púrpura brillante.

DONT PANIC, pensé citando a Hitchhiker, porque imaginé que sólo somos los paranoicos los que:
-En una bola de papel periódico, de libreta o cualquier otro papel ven un montón de juriana.
-Las frutas y verduras son buen alimento y buen artefacto.
-Analizan la textura de cualquier papel nuevo para aprobar o desaprobar su utilización en casos de emergencia.
-Hacen más de dos experimentos por semana del tipo: ¿Qué se sentirá (cualquier actividad, desde sencillas a muy especificas, [pasando por estúpidas pero llenas de sabiduría])? y comprobar la sensación.


...Habían pasado 0.5 segundos

Pude haber dicho que era para fumar y no comenzar con todo ese número pero ¡qué demonios!, al aterrizar de mi pequeño viaje esperé que ella no fuera paranoica, me tranquilicé y le dije sin titubear
-Es para hacer algo en la guitarra, un efecto, no recuerdo su nombre pero mira…- me paro lo tomo de sus manos y voy hacia la guitarra.

Conecto un par de cables, me cuelgo la guitarra y hago como si estuviera ajustando los botones giratorios etiquetados con Volume, Echo, Reverb, Delay y esas cosas, (los dejé en el mismo lugar, confiando en que ya estuvieran arreglados para continuar con mi mentira).

¡Claro que NO! Era toda una combinación que duró 10 minutos, ella estaba ya tirada sobre el sillón con el brazo cubriendo sus ojos de la luz, el asunto de la extraña pieza metálica ya no le interesaba.

Al fin lo logro, doy con la combinación en que, pegando el tubo a las cuerdas se escucha un sonido agudo y metálico; hasta le doy un a unas notas para hacerme de un riff improvisado.
- Ya, mira – Le sonreí en ¿vescomotengorazón? a la semidormida

Se quita el brazo de la cara y observa sin asombro (¡sin asombro!) mientas hago una demostración de mi riff de cuatro notas.

- Y…¿ya sabías que se puede usar un hitter como slide o te lo estás inventando?

lunes, 22 de junio de 2009

Me gusta la hija del maestro


Ahí estaba, tomando clases por la tarde en la casa del maestro de matemáticas, tratando de entender por qué hay operaciones en las que se usan letras en vez de números, con mi capacidad de concentración al 100%, en la punta del lápiz tenía la respuesta, estaba a punto de escribirla:
= a33 –(b2…

quería, distracción, una cara bonita, agua,…no sabía.

Una sombra esbelta recorre el pasillo blanco y llega la niña delgada, alta, de 14 años pelo castaño hasta media espalda, completamente lacio; recarga sus codos sobre la mesa, el mentón sobre sus manos, me mira con esos extraños ojos color arcoiris y dice muy, muy suavemente

– ¿Te ofrezco agua? – como si supiera exactamente lo que necesitaba

Su imagen me inundó la mente ahogando letras y números. Entonces comprendí: En en el mundo hay cosas mucho más importantes que el álgebra (nunca aprobé debidamente).

En adelante seguí fingiendo que algún día iba a entender esa materia, sólo para experimentar la perturbadora sensación de tener al fin la respuesta y, de una sola mirada, darme cuenta que no tengo nada…
y qué importa.

sábado, 13 de junio de 2009

El Vengador del Karma VS El "tipo" Episodio 1


No se que haya hecho este…le llamaremos “tipo” pero por alguna razón sus citas me prefieren a mi (me las robo pues). Y todas ellas dicen algo como: “Quería que me fuera con él ¿tu crees?”, “andaba de enfadoso” y otras frases despectivas; todas excepto una de ellas...porque es su pariente tal vez.

Esta la del antro al que me di la vuelta con un amigo, una noche a las 3am, antes de regresar a casa, casualmente en esos lugares nunca hago contactos. Así que no tarde mucho en desesperar y nos fuimos.

Mientras arrancaba el carro para largarme una voz femenina grita mi nombre y ahí estaba: demasiado alta para su edad, dorada, el cabello lacio iba recogido; metida en un vestido strapless arriba de la rodilla, en negro.

30 segundos después estaba en mi asiento copiloto diciendo:
Ese “tipo” quería que me fuera con él, me esta mandando mensajes
− Oh… − (Ni me importa) El celular vuelve a sonar con tono de llamada
− Pero no me gusta − (obviaremos que esto es un truco femenino y que muy probablemente estaba ya harta de salir con él)
Tomo el celular de su mano indecisa, el sonido se detiene en seco cuando retiro la batería y lo pongo por ahí.
(Whatever) ¿A dónde te llevo? − cambié el tema
− A donde quieras − sonrió, la muy perversa.
− Eso es peligroso − le dije, en sugestivo, ella fingió una carcajada y copió mi tono
− No te tengo miedo −

Adoro cuando las mujeres tienen esa facultad de dejarme frío con respuestas cortas y simples.
Después de dos minutos ella se quita el cinturón de seguridad y se me va encima: con los labios se agarra de mi cuello y con la mano de mi entrepierna; en un reflejo detengo el vehículo suavemente a lo que ella reacciona ordenándome en la cara “MANEJA” al tiempo que desabrocha mi pantalón y baja…(Claro que voy a obedecer)

Tres lentas cuadras después sube a mi rostro, señala con sus ojos a la persona en la parte trasera y me dice al oído:
Ya vota a tu amigo por aquí, y llévame a coger

Si alguna vez me encuentro abandonado en una fiesta, un bar desconocido, un callejón o en la playa a oscuras, así, de repente: lo entenderé.

viernes, 5 de junio de 2009

Moviedate express




Siempre he escuchado eso de que un caballero debe invitar a la mujer (cuando dicen invitar se refieren a pagar hasta por su bebida) pero no suelo hacerlo, no porque no sea un caballero, tal vez es mi error, tal vez mis primeros romances eran princesitas acostumbradas a que les pagaran todo.

Suelo pagar por cosas, no me molesta (bueno, tal vez si) pero en casos exagerados puedo tener la sensación de que pago por salir con ellas, por su compañía, por su sexo; y eso es algo en lo que NUNCA he estado de acuerdo, no por moral, pagar por compañía y especialmente por sexo es una tontería; hay un montón de mujeres ahí afuera, (gratis).

Esa tarde no trataba de ser bastardo, sólo quería ahorrar (habia gastado en botellas de cavernet extras). Fui al cine en 2x1, solo, porque disfruto mucho ver películas sin compañía (y sin pagar la dulcería).

No esperé más de un minuto para proponer el ahorro a la primera niña agradable y solitaria que pasara. Específico lo de solitaria porque abordar mujeres en grupo resulta una calamidad: la pareja fea (generalmente obesa) trunca toda posibilidad sí le ignora, y sí no se le ignora…eso ya será tema de otro post.

Le sonrío al pasar, en sociable.
–Hola, ¿tienes tiempo? veré >cierta película<, comienza en 10 minutos; ¿que tal si compartimos el 2x1? así los dos pagamos medio boleto y vemos una película…– Debe haber sido la primera vez que un extraño le propone eso, por el desconcierto en sus ojos. (O es una de esas personas victimas de la cinepolipublicidad que piensa que ir al cine individualmente es suicidio social)

– ¿Y si mejor me invitas? – Responde en pícara, escondo el enojo en mis ojos, pero mi boca no lo soporta, sonrío de lado y lo bastardo se me sale.
–¿Y si me besas? – le digo entre dientes. Para mi sorpresa ella sonríe, en perverso y continúa:
Tal vez...

(genial)

jueves, 28 de mayo de 2009

inFame

Un día entre semana 2pm
Después de esperar 15 minutos en una fila de semáforo, yo y mis tres compañeros de asfalto llegamos al frente, a mi no me molesta quedarme en “justo antes de pasar el semáforo” pero al parecer a ellos si, además de los mas de 35 grados centígrados, los malos chóferes que deben haberse topado, y la prisa (este último no me sucedía porque la prisa solo la tiene la gente que llega tarde).

So there I was: Con los vidrios abajo (porque detesto el aire acondicionado y no confío en los espejos), tomado del volante (y del efecto de alguna pastilla), cantando Soy el as de los bastardos, la traición esta a mi cargo, es cierto, no soy de sacrificar…

A mi izquierda, estaba el reciencasadoconunacabrona: lentes, camisa manga larga a cuadros chiquitos, sin aire acondicionado por ahorro, su señora no trabaja; a mi derecha: la mamadehijosadolescentes, simplemente no sabe en qué falló; detrás de mi, elseñordebigoteproximamentecalvo: si, tiene dinero y poder pero no tiene tranquilidad.

Los observe uno por uno y ellos me vieron mirarlos.
...soy experto en el engaño, borro huellas, hago daño, es cierto, soy muy difícil de alcanzar,...
Saltaba sentado mientras sonaba la canción, mis compañeros de asfalto me observaban ahora.

Siento venir el verde y recuerdo a mi acompañante: fría, espumeante y relajante, la tomo, la empino en mi boca y vacio la mitad, terminando con un no audible pero claramente visible AAAHHH!

Veo a mi izquierda, derecha y atrás; sonriendo en bastardo. Y las caras de indignación me hacen el día (aquí va mi reverencia obligada).

VERDE

Arranco sin hacer escándalos a sus gestos: rápida pero suavemente, no para demostrar mis caballos de fuerza o mi destreza al intercambiar clutch-acelerador, suficientemente despacio para que vean mi letrero trasero….






miércoles, 20 de mayo de 2009

Y se acabó la rabia

¿Por qué siempre que me enojo tratas de tener sexo conmigo? – pregunta, molesta, mientras se ajusta la blusa, sentada en el borde de la cama.
No sé que contestar, (no se me había ocurrido), era como una reacción a sus tonos inquisidores el írmele sobre.
-¿a caso intentas remediarlo con eso? – continúa.
De verdad no se me había ocurrido, (pero en ese momento me pareció buena idea).
La miro a los ojos gigantes color miel, le sonrío a su sagacidad, qué bonita, pienso,
-Si – respondo, me lanzo a su boca cuando pensaba que no iba a poder volver a hacerlo y le doy sexo, de nuevo.

sábado, 16 de mayo de 2009

La vez que decidí volverme un bastardo


La camioneta llego a las 5pm, paró frente a mi casa, de ella bajo una de las niñas más bonitas que haya visto en mi vida. Con su pantalón oscuro entubado, y blusa a rayas rojiblancas, horizontales. Su piel blanca, como la leche, resplandecía con el sol; su pelo negro, como si cerraras los ojos, le rozaba los hombros.

Al tocar suelo retumba el anhelado sonido de sus finos tacones negros.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco,. . .

Y el ding dong del timbre estalla

– Mi mama va a venir por mí a las 8 – dice en cuanto abro la puerta para dejarla pasar

Las siguientes 2hrs y 59 minutos sólo pensaba en cómo convencerla de aceptar un beso mío: le ofrecí agua, le hablé de libros, le hablé de música, de cine, cocina, y todo lo que se me ocurría para parecerle interesante.

A las 7:59 me dejo llevar por lo quería hacer desde que conocí a la mejor amiga de ella, en una reunión para hacer la tarea (obviamente estaba de colado), cuando me obsesioné con su manera de bajar del vehículo:

Metidos los dos en el sofá para una persona toco su abdomen, contemplo su mirada negro profundo, señalo sus labios rojo natural con mis ojos en una petición desesperada; ella conserva la calma y yo me despedazo por írmele encima… who cares? pensé

(y desde entonces, cada primer beso repito lo mismo en mi cabeza)

La beso en sus labios perfectos

E l m u n d o
s e d e t i e n e . . .






TUUUT

La señora del eterno atuendo deportivo era puntual.

–¿Desde cuando pude haber hecho esto?- suspiro en un esfuerzo por documentar información.
– Hace un año…no, más – susurra al tiempo que suelta mi mano suavemente y se marcha para subir al transporte que se la llevó, del cual nunca más la vi descender.

Entonces comencé a valorar el tiempo…después de sonreírme y pensar: puedo besar a la mujer que yo quiera…cuando quiera…

miércoles, 6 de mayo de 2009

¿Qué hay en la caja?


Adivina que hay en la caja.
He estado de viaje a ciudades donde no hay lo que en otras ciudades...
Pistas:
1 NO son armas.
2 NO es ropa interior de mujer sucia (estaba limpia…na, no es cierto...¿me creen tan bastardo?).
3 obviamente NO son bombones.

lunes, 4 de mayo de 2009

La noche que me robé un condón


Salí de su cuarto en mi boxer blanco, me resultaba divertido porque no había nadie más en ese departamento, todos se habían ido a la playa, de fin de semana, excepto la dueña del cuarto; así que podía pasearme en ropa interior por el lugar ajeno con comodidad.

Había una pequeña reunión de sus amigas en el apartamento de arriba, podía escuchar la música de banda y las risas exageradas de mujeres…(no, ni se me ocurrió darme una vuelta, llevaba un rato metido en aquella habitación y estaba cansado). Me dirigí al baño a desechar condones usados y otras cosas, tuve éxito en la misión.

Al cerrar la puerta del sanitario para regresar y caer rendido en la que sería mi cama por esa noche, levanto la mirada y ahí esta su amiga, obstruyendo el largo pasillo que llevaba a mi destino (como toda buena amiga tiene llave de su departamento): en botas negras, jeans y chamarra vaquera (si, podía ver su ombligo), con su larga cabellera rubia bajando por sus hombros, tambaleándose entre copas.

No es presunción, pero la sensación de ser observado semidesnudo por esa belleza alcoholizada me excito al instante. Miré la envoltura en su mano antes de que tratara de evitarlo poniéndola tras ella. Caminé hacia la vaquerita con mi boxer puesto y mi lujuria lista para atacar
– ¿Qué traes ahí? – le pregunté en perverso mientras pasaba mi mano por su espalda, llegando a sus manos para tocar un circulo suave envuelto en aluminio.
–Un condón – reveló cuando supo que me había me dado cuenta mientras yo saboreaba de su boca el olor a whisky y envidiaba su estado etílico.
– ¿Para quién? – le dije, recuperando el objetivo (en + perverso)
– Para mi novio – respondió con obviedad
– ¿Y para quién más? – pregunté desesperado (la conversación había sido lo suficientemente larga)
–...Para mi – titubeó (al fin llegamos)
– ¿Me lo regalas? –
– ¿Para quién? –
– Para mi – respondí, copiando el tono de obviedad anterior
– ¿Y para mi amiga? – jugueteó
La mire a los ojos,
– No, para ti – tome el preservativo entre sus manos
Cambié mis manos a su cintura y mi boca a su cuello, encaminándome a su oído, entonces dijo la última coherencia de la noche:
¿Me vas a decir un secreto?

jueves, 30 de abril de 2009

Ahora entiendo



Hace unos años solía ver con desconfianza a las personas que usan lentes oscuros, aunque su diseño fuera atractivo o tuvieran un logo caro; los veía caminar e imaginaba “Ese wey se trae algo” o “¿qué acabas de hacer reina?”

Si la persona entablaba conversación conmigo mi paranoia eterna solo me hacia pensar “¿Qué me escondes?” Por lo tanto sus palabras no valían, solo observaba, tratando de mirar a través del cristal oscuro…

Hace poco compre unos lentes y, aunque trato de no platicar con las personas mientras los traigo puestos, pienso:
No puedes ver el gesto de mis ojos mientras te veo y pienso en todas estas cosas que quiero esconderte.

Ahora entiendo a las personas con lentes oscuros:
No importa que las palabras no valgan, el hecho de saber y sentir que escondes algo te da esa sonrisa misteriosa, que a los lentes les va bien ;) .

martes, 14 de abril de 2009

En la fila de las tortillas



Esa tarde normal de mis 16 fui por las tortillas para la comida, llegué en el momento adecuado porque después de 3 personas era mi turno, y al ver hacia atrás la fila se extendía a 5 o 6 personas. Ahí estaba ella, con esa costumbre de ir al mandado descalza, le parecía fácil pues la tortillería estaba a 30 metros de su casa.

Llevaba puesto su uniforme de educación física de la secundaria (no cualquier uniforme, era uno de secundaria en la costa): playera polo con el escudo de la institución y falda a pliegues de dos colores, muy por encima de la rodilla (mi prenda favorita en mujeres). La había conocido hacía una semana, era la niñera de mi vecino de en frente. Tras algunos besos las intenciones de ambos habían quedado claras, ella me avisaría qué día, yo esperaría, paciente, total, sé dónde vives.

Pague por mi respectivo medio kilo de las preciadas tortillas y me dirigí fila atrás, de regreso a casa, al pasar junto a ella le sonreí, en inocente, a su mirada sospechosa.
-Te espero en mi casa a las 7 - dijo en voz alta, emocionada, como si no hubiera personas alrededor; parecía que había esperado mucho tiempo a que me diera la vuelta sólo para avisarme, yo seguí caminando.

Mire, sonriendo sonrojado, la cara de las personas formadas mientras les pasaba a un lado: la vecina jovenmayorqueyo hizo cara de incrédula (si, los menores también ligamos), el niñomalandro me sonreía en complicidad (…!¿cómplice de que?!), las señorasamargadas del final de la fila me miraban con desaprobación (en esta parte levante mi cara y sonreí haciendo una reverencia).

Estaba por salir de la escena cuando me nombró al otro extremo, giré sin detener mi camino, la vi, me sonrió, los carros dejaron de pasar, los consumidores de tortillas contuvieron la respiración, hasta la maquina de las tortillas enmudeció:
No va a estar mi mamá

¿Qué si me dio pena?
¿Qué sería de mi si no me la aguantara?

sábado, 4 de abril de 2009

I know your sister too


Domingo 11am
Me levanto de la fiesta, en mi cuarto, saldo blanco. Eso significa que las chicas de la reunión debían llegar a casa temprano y en mi celular debe haber 1 o 2 teléfonos nuevos.

Verifico: En llamadas realizadas tengo un nombre de mujer a las 2 de la mañana, (no que le haya llamado en cuanto se dio la vuelta, esto es para recordar que alguien me dio su número), los recuerdos de la noche llegan a flashazos…debe haber estado bien, le hablé…pasa de los 20 años, puntos menos…es el único numero de la noche, puntos a favor…
Ahora recuerdo, quedé de comer con ella…en mi casa, hoy.

La llamada:

– Hola, bla bla bla, la comida es a la 1 –
– Hoy no voy a poder porque wa wa wa wa – dijo en tono sincero.
Mierda, perdí un minuto de saldo celular. Pero, como dicen: “La vida es de sacrificios”.

Plan B

Antes de colgar escucho una voz mas aguda que la de mi numero de anoche
– Esa voz, ¿quién es? – pregunto sin pensar
– Es mi hermana–
– ¿Tienes una hermana? – dije, tratando de contener la emoción (tal vez podía aprovechar que el siguiente minuto de la llamada había comenzado).
–Si, ¿quieres que te la pase o que?- pregunto, incrédula (you gotme girl).
– ¿Cuántos años tiene? – respondipregunté en seguida.
– 17 – reveló en ese tono femenino de “no te va a interesar” (SHE gotme)
–Pásamela…

Debo decir que la accesibilidad de la niña me inquieto, pero era domingo, ¿dónde hay fiestas los domingos? No quería quedarme en casa sin hacer nada, después de todo los lunes no existen para mi. La comida no se canceló, cambió de invitada.

Buena suerte

Me disponía a largarme pasados los 10 minutos de espera bajo el Cocodrilo Gigante. Pero una chica de pelo negro, largo y rizado, con ojos grandes y labios bonitos, en rojo; llamó mi atención, la blusa que llevaba cubría escasamente sus muslos bien formados…y sus redondos pechos; jeans entallados y los tacones eran altos, de color blanco… (cant be). Seguí mi camino, ella continuaba acercándose.

A pocos metros, dejando ver su perforación en la lengua, dijo mi nombre.
– ¿Hola? – saludé mientras le sonreía en perverso. Era mi invitada.

Quiero ser una pornstar

Caminamos a casa entre la trivial plática de recién conocidos: cómo te llamas y dónde estudias, preparamos de comer mientras yo tomaba vino tinto en exceso, (siempre me ha gustado tomar en la cocina, que no mientras seduzco pero no estaba seduciendo a nadie, just havin’ fun). Platicamos mucho, me habló, le hablé, nos contamos historias de vida, ideas, chistes; reímos juntos pero la única conversación que recuerdo de aquel único encuentro viene después de comer:

Al entrar juntos a mi cuarto, vi mi Cam, una reflex, mecánica. De esas que se debe esperar a terminar el rollo y entregarlo en un estudio…o tener un cuarto oscuro, (me gusta llamarlo El Cuarto Rojo, pero eso es otra historia bastarda).
– ¿Te tomo fotos? – dije por instinto
– ¡Si! – expresó emocionada
– Pero quédate nada más en tu blusa, como si fuera un vestido.

En este momento la invitada enmudece, me mira. No la voltee a ver, hice como que estaba entretenido ajustando las opciones de la cámara mientras esperaba un “no”. Me dejó de interesar desde que entró a la casa. (En realidad quería prolongar mi embriaguez el resto del día, solo.)

Tras los largos segundos de silencio decido ponerle atención, la miro frente a mi y, como si fuera la señal que estaba esperando, da una vista a su propio cuerpo, observa esos enormes tacones, luego regresa a mi, y dice:
¿Y si me dejo las zapatillas? Para verme más puta.

miércoles, 1 de abril de 2009

RompePoemas

I. Los dos tenemos mundo alterno
II. y aunque de varias maneras son distintos,
III. es lo que tenemos en común.

IV. He muerto por desaparecer el universo
V. para entrar en tu planeta
VI. como veces he fallecido
VII. desvaneciendo presencias
VIII.para acorralarte,
IX. comerme tus ojos
X. masticar tus labios
XI. rasgarte los muslos
XII. estirar tus rizos;
XIII. a tu placer.
XIV. Y envenenarte
XV. para que no mueras nunca,
XVI. para que te quedes cerca.

XVII. Pero, como siempre,
XVIII.temo fallar;
XIX. y aun mas,
XX. no poder regresar la pagina
XXI ....Otra vez.
Marzo-Abril/2004

lunes, 30 de marzo de 2009

Si, por favor



Hace tiempo me senté y escribí esto pensando en algo que había sucedido hacia incluso más tiempo…después de me di cuenta de que conocía muchas historias del estilo, que pensaba con esta forma, más tarde (mucho más tarde) me di cuenta de que actuaba de esta manera…
por eso cree este blog, y espero no ofender a nadie. (?)

─No, es que, no te vayas a venir en mi boca ─ me pedía en sus rodillas con un gesto de niña mimada,
─¿Por qué no? ─ le pregunte.
─ Es que… sabe bien fuerte y luego el sabor te queda asi hasta el otro día, aunque te laves y comas.
─ y ¿no te gusta el sabor? ─ preguntaba, impulsado por el morbo
─ Si, si me gusta pero es que traerlo todo el dia, como que… ay pues no se, ─ me platicaba indecisa, desde abajo ─ luego como que se me antoja, y así estoy todo el día, con ganas…de ti…...─ terminó diciendo mientras yo terminaba como me pidió que no lo hiciera.